28 de noviembre de 2010

LA ANTIGUA ERMITA.




                                   
Volvi a caminar por la ladera del rio,
entre sauces y olivos
cañaverales de mi niñez,donde todo era amado
donde no existian miedos
donde adivinaba mi vida, de caminos perfumados.

Alli recibi, de amor, los primeros besos,
sonrojadas mejillas
mariposas en el corazón volando...
donde se fraguan los sueños
de un destino celestial imaginado.

Mis pies cansados me llevan
a la antigua ermita
que corona la cima de la montaña,
antaño,inmensa para mis ojos,
hoy, diminuta la percibo,
como el tiempo pasado,
como pasada mi vida.

Desaparecen mis seres queridos
en el camino de subida,
poco a poco, paso a paso,
veo pasar mi vida.

Entro en sus pequeñas paredes blancas,
y un humilde altar me acoge,
testigo de un juramento de amor de
adolescentes sueños,
deliciosas palabras.

Allí juramos amor eterno,
sellado con el beso inocente
de dos niños que se amaban
sentados en aquellos bancos de madera inerte.

No sé si han pasado siglos,
o el tiempo se detuvo en aquella ermita,
aspiro el aroma a tierra mojada y a claveles blancos
y vuelvo a tener pocos años
y mis sueños me gritan
vive, vive!!, aun hay tiempo
de volver a besar unos labios
de abrazar al amor,
de acariciar la dicha,
y hacer un juramento de amor
en aquella ermita...


Premio Internacional de Poesía Latin Heritage Foundation.