1 de diciembre de 2010

MAGICA NIEVE FLORECIDA.

            La magia de la nieve, se hizo pétalos,
            cuajada de estrellas, amaneció mi alma,
            la gran puerta de la primavera,
            abría orgullosa anunciando
            con campanillas blancas,su llegada.

            Flor solitaria, que sonries,
            sabiendote amada,
            en la soledad de tus montes,
            entre la fria escarcha.

            Dices adios al invierno,
            crudo y somnoliento,
            empapada de rocio
            gimes por seguir viviendo.

            Sensual entre los árboles,
            coqueta y desmadejada
            tu música celestial adorna
            bosques oscuros con tu mirada.

            Feliz campanilla que al viento acaricias
            sabes que tu vida es corta,
            bebes cada instante de tu existir
            para morir amando la vida.

            Extraña nacída bajo el frio,
            con tu pureza contaminas
            el blanco de la nieve más profunda, y
            naces orgullosa para clamar, Oh! primavera!
            entre algodones aterciopelados,soy mimada.

            Amas al viento seductor,
            que acaricia tu  cuerpo,
            vaivenes de dulzura te  regala,
            entre acordes de guitarra.

            Oleadas de placer mientras vives
            oteando el horizonte, sientes
            corto es tu sueño, largo el recuerdo,
            como lo es el amor que yo tengo,
            clavado en el alma.
           
           
           
       

28 de noviembre de 2010

LA ANTIGUA ERMITA.




                                   
Volvi a caminar por la ladera del rio,
entre sauces y olivos
cañaverales de mi niñez,donde todo era amado
donde no existian miedos
donde adivinaba mi vida, de caminos perfumados.

Alli recibi, de amor, los primeros besos,
sonrojadas mejillas
mariposas en el corazón volando...
donde se fraguan los sueños
de un destino celestial imaginado.

Mis pies cansados me llevan
a la antigua ermita
que corona la cima de la montaña,
antaño,inmensa para mis ojos,
hoy, diminuta la percibo,
como el tiempo pasado,
como pasada mi vida.

Desaparecen mis seres queridos
en el camino de subida,
poco a poco, paso a paso,
veo pasar mi vida.

Entro en sus pequeñas paredes blancas,
y un humilde altar me acoge,
testigo de un juramento de amor de
adolescentes sueños,
deliciosas palabras.

Allí juramos amor eterno,
sellado con el beso inocente
de dos niños que se amaban
sentados en aquellos bancos de madera inerte.

No sé si han pasado siglos,
o el tiempo se detuvo en aquella ermita,
aspiro el aroma a tierra mojada y a claveles blancos
y vuelvo a tener pocos años
y mis sueños me gritan
vive, vive!!, aun hay tiempo
de volver a besar unos labios
de abrazar al amor,
de acariciar la dicha,
y hacer un juramento de amor
en aquella ermita...


Premio Internacional de Poesía Latin Heritage Foundation.

13 de noviembre de 2010

LA DAMA AZUL

                    



Como muchos de los cuentos que hemos leído en nuestra niñez, La Dama y el Dragón, comienza por "Erase una vez", un pequeño relato  donde el amor una vez más es el protagonista.  También tiene su historia real  disfrazada debajo de la fantasía. Y su enseñanza.





     Erase una vez, una Dama Azul que vivía en una torre oscura, tan solo con una ventana de barrotes negros. Única ventana al mundo exterior en la que, cada noche, se asomaba para contemplar la Luna y compartir con ella sus sueños.

     Tenía un corazón tan hermoso, regalo de las hadas en su nacimiento, que el Señor del Castillo la hizo recluir allí para que el resto del mundo nunca lo pudiese ver. Y así, un buen día, hizo que subiera peldaño tras peldaño, hasta llegar arriba de aquella torre, cerrando la puerta con un gran cerrojo de plata.

    Ella imaginaba el mundo tal como su ama, siendo una niña, le había contado cada noche cuando se acostaba y el sueño la vencía. Quería recorrer campos, aspirar el aroma de lavanda, bañarse en lagos cristalinos y sentir la lluvia en su rostro.
Cada día esperaba que cada nuevo amanecer le trajera algo distinto al anterior, y así, pasaba el tiempo.

Una noche se asomó a su ventana un Dragón. Ella quedó paralizada mientras miraba aquellos ojos que la contemplaban curiosamente. Enseguida venció su miedo al ver la dulzura que emanaba de aquella mirada y se acercó a aquel ser que desde el exterior, batiendo sus grandes alas, no se inmutaba.
    
Su voz era acaramelada… desprendía un olor a canela y su mirada dulce como jamás vio otra igual. Así, cada noche, esperaba impaciente la visita del Dragón a su pequeña ventana, y cada noche él volvía. Hasta que se vio sorprendida por la invitación de volar con aquella criatura de magnificas alas. Tuvo miedo, pero...

…Un buen día decidió que volaría con él. El Dragón arrancó los barrotes de la torre, la subió a su lomo batiendo sus enormes alas y alzó el vuelo con la Dama azul en su lomo. Ella acariciaba sus escamas y sentía el calor de aquel cuerpo que la protegía del mundo, sobrevolando campos, océanos y montañas. Se sentía feliz, sensación que no había conocido hasta entonces.

Era devuelta al amanecer de nuevo a su torre, cuando el sol comenzaba a acariciar su rostro. Su Dragón le decía palabras tan dulces que ella se sentía acariciada en el alma. Así pues, sus garras le parecían manos de dioses, sus patas, piernas de héroes y sus escamas, la piel más hermosa del mundo. Comenzaba a conocer también el amor.


Se ahogaba en su torre, ya no quería estar allí… deseosa de que cada atardecer dejase paso cuanto antes a la noche para encontrarse con el Dragón y volar. Por lo que un buen día dejó atrás definitivamente su oscuro hogar y decidió que no volvería. El Dragón estuvo de acuerdo, con una condición. Él no sabía amar. En cualquier momento la soltaría, y él seguiría su vuelo sin volver la vista atrás. Y sin más, voló con él.

Cuando llegó el momento, el Dragón se cansó de llevar a la Dama en su lomo, la soltó y cayó en un lago de aguas profundas y oscuras. Ella sintió que se ahogaba, perdida, sin saber dónde estaba y qué sería de ella, intentó llegar a la orilla. Caminó días y días, siempre oteando el horizonte por si veía la figura del Dragón en la lejanía, hasta caer exhausta. Lo buscó por caminos desconocidos, por mares y pueblos. Lo buscó en las estrellas y en los bosques encantados. Pensó en volver a su torre, pero ya era demasiado tarde, no recordaba el camino y además, él le había enseñado a volar. Era imposible su vuelta.

Hasta que un día, cuando pensaba que moría, le vio a lo lejos. Se acercó a él, sin ser reconocida. El Dragón estaba malherido. Había llevado a muchas Damas a su lomo, y una de ellas le había asestado una puñalada mortal cerca del corazón. La Dama Azul se arrodilló junto a él y sus lágrimas fueron cayendo en su lomo. El Dragón moribundo  abrió sus ojos vidriosos por unos segundos y la contempló.

   - Oh Dama Azul, te he recordado muchas noches, extrañado tus caricias y añorado tu corazón.

Ella siguió derramando sus lágrimas azules en la herida del corazón de aquél cuerpo casi inerte, hasta que ya no le quedó un soplo de aliento. Su fuerza y su corazón, se le iban con cada lágrima, y así, la vida, iba volviendo al Dragón. Mientras la muerte se apoderaba del alma de la Dama.

Entonces, el Dragón se irguió majestuosamente, desplegando sus alas. Se habían convertido en unas preciosas alas azules, sus escamas brillaban a la luz del sol y su mirada imponente, más dulce que nunca, contemplaba el cuerpo inerte de aquella hermosa mujer.

Alzó el cuerpo de la Dama Azul sobre su lomo, emprendiendo el vuelo hacia el horizonte, llevando su preciosa carga hacia los confines del mundo, y así, el Dragón Azul aprendió a llorar. Lágrimas azules resbalaban por su rostro. Entonces, sintió el amor de aquel corazón en el suyo, el dolor del amor perdido, la ternura de aquel cuerpo, y así, aprendió a ser amado y así... y aprendió a amarla...
    

















29 de octubre de 2010

FANTASIA A OSCURAS.

FANTASIA A OSCURAS.


Giró el picaporte de la puerta con sigilo, no sabía en realidad, qué le esperaba en el interior de aquella
habitación. Emocionada y excitada se adentró en la oscuridad del aquel  habitáculo, solo apreciaba entre
sombras ,la figura de una cama, un tocador a su derecha y una tenue luz que emanaba de una ventana
cubierta por gruesas cortinas que impedían la entrada de la luz exterior casi al completo.

Había un aroma muy agradable a perfume de hombre, dulzón, y embriagador. Esperaba oir su voz...no
sabía que tal sonaría aún.

Hacía semanas que se habían conocido en una página de contactos, hablando a diario de sus vidas y
experiencias. Surgiendo una necesidad de conocerse, un deseo irreflenable de compartir fantasias juntos.
 Le había vuelto a la vida, sumergida en una monotonía diaria, despertando lo que ya creía olvidado hacía mucho tiempo.

Así decidió acudir a aquella cita a oscuras. Por unos instantes no supo qué hacer. Esperó a que sus
ojos ,se acostumbrasen a la oscuridad. Oyó una voz que le decía:- bienvenida, preciosa-.

    Aquella voz, dulce y varonil le llegó como una caricia que quemaba sus adentros. Se acercó a lo que
intuía era la cama, y una mano cogió despacio la suya. Nerviosa, se dejó llevar por ella...

    Sentada sobre aquella superficie suave ,esperó a que las manos de aquel hombre palpara con suavidad
sobre sus ropas. Sintió un leve ardor en su sexo, deseaba que aquel hombre la besara, instintivamente
buscó el rostro de él con los dedos, hasta que encontró sus labios. Labios suaves, húmedos, sensuales.

    Sus lenguas se encontraron en un abismo de saliva apasionadamente, jugando con locura y deseo.  
Descubría que le gustaba aquella situación, hasta ahora, desconocida, imaginaba un cuerpo masculino,  
apetecible para ella.

    Comenzaba a olvidar el mundo exterior y su mente, se centraba exclusivamente en aquella habitación.
Se percataba que el hombre, iba desabrochando su camisa, tocando sus pechos con la palma de la  
mano, mientras besaba sus labios. Sintió que los desnudó y ella, gimió debilmente. Las manos del
hombre seguían explorando su cuerpo. Ahora, bajaban decididas ditigiendose   debajo de su falda. Las
 sentía por su vientre y aquellos dedos encontró su sexo.

   La tomó por los hombros ,haciendo que cayera sobre la cama, con delicadeza,   mientras ella, lo abrazaba buscando sus
nalgas. Ël, estaba desnudo, dispuesto para ella.

  La voz..su voz al oido,le hablaba dulcemente, palabras que rebosaban cariño y sensualidad. Ella, casi
estaba preparada para copular con él.
  Su sexo mojado reclamaba ya al de su amante desconocido, pero él seguía jugando con su cuerpo.
Tembló cuando adivinó que era acariciada por la lengua de aquél desconocido, desde el cuello,
entreteniendose en poner duros sus pezones, hasta conseguirlo. Ella, gemía, él le decía:- tranquila cariño,
no tengas prisa-.
   Siguió  en su recorrido, besando ,mordiendo, pasando su lengua por su vientre deteniendose en sus
muslos.

   Un débil grito salió de su boca cuando él, encontró su clítoris, se detuvo mordiéndolo  con dulzura. Ella,
enredó sus dedos en el cabello de aquel hombre, -rizado-, se dijo...es suave, sedoso, desprendía un
aroma intenso de un perfume caro, al acariciarlo.

   Su atención volvió de inmediato a lo que aquel hombre, le hacía con su lengua. Su interior, le anunciaba
que pronto llegaria el orgasmo. Débilmente susurraba que siguiera y sentía un extraño enfado cuando él,
no lamía exactamente en aquel punto mágico.
    El experto amante la había desnudado ya por completo y besaba cada centímetro de su cuerpo, ella,
nunc había sentído algo igual. Los escalofríos inundaban su piel erizándola por completo.  Mientras era besada hasta la saciedad.
     Cogió sus manos, mientras  su lengua las lamía y sin resistencia por su parte, las llevó hacia arriba
.Cuando apreció que un objeto metálico, le era  impuesto en cada muñeca. El casi inapreciable sonido del
cierre de aquellas esposas, la hizo temblar de excitación.
     Se sentía débil, desnuda, y con sus manos atadas al cabezal de la cama, totalmente entregada al placer  que aquel hombre, le iba a proporcionar. Su abandono, hizo que su amante sintiera deseos infinitos por ella.
       Así,  sintió  de pronto, cómo el miembro de su amante entraba dentro de su sexo, ardiente, duro. Se sintió penetrada como nunca lo había sentido.
       El, comenzó a moverse despacio, esperando la respuesta de ella. Cuando sintió que su sexo se
relajaba, tomó sus nalgas de la mujer, y la penetró con fuerza, más profundamente. Ella, gritó como si
algo hubiese atravesado su interior más íntimo. Pero enseguida, las oleadas de placer ,la invadieron.
Sintiendose transportada por momentos, hacia el país de de la lujuria. Los orgasmos se sucedían unos tras de otros, perdió la noción del tiempo, y del espacio.  Segundos, donde  se sentía desfallecer.
       La explosión de su amante, no se hizo esperar más y ella, sintió sus entrañas, bañadas por aquél
liquido caliente, que hizo, junto a los gemidos de su hombre, que volviese a sentir un orgasmo a la vez
que él.  Lo rodeó con sus piernas, deseosa de tener las manos libres. Transportada a un espacio de sensaciones únicas, jamás sentídas.
  Aquellos instantes que su amante
desconocido le había proporcionado de placer, llenaron esa tarde su vida. Abrazados, besándose 
sosegadamente, el desconocido alargó su mano hacia la luz encastrada en la pared, encima de la mesilla
de noche. En ese instante, ella, quedó muda, sin creer lo que veía. Pensaba que se había escapado de la
realidad por momentos. Mientras, el desconocido le decía mirándola dulcemente:


  Querida, sigo tan enamorado de ti, como aquel día en que decidimos unir nuestras vidas para siempre…

PRESENTADO EN
4:01:2011
V PREMIO INTERNACIONAL "SEXTO CONTINENTE" DE RELATO ERÓTICO

23 de octubre de 2010

MI LIBERAL Y YO.




Hace tiempo, que pienso cómo escribir sobre ésto, me faltaban vivencias. Creo que ya,puedo hacerlo.
Un buen dia, conocí a alguien, llamemoslo J, sin pensar, por una casualidad, como suele pasar con los acontecimientos que de verdad, marcan una vida.
Me contó su vida, mejor dicho, la clase de vida que decía llevar. Estoy convencida que el destino me lo puso en mi camino, para que yo entendiera lo sucedido anteriormente en mi vida. Es como si algo que yo, tendría que haber vivido, no se realizó y me dieron otra nueva oportunidad.

Conoci a J por medio de un amigo, tenía mucha prisa en conocerme, y yo,mucha curiosidad. Eso es un rasgo caracteristico de mi forma de ser. El, me contó que amaba locamente a su esposa, pero que los dos, habían decidido hace un tiempo, vivir su sexualidad de otra forma que la habitual,en una pareja de casados. La compartian con otros y les iba muy bien. Bueno, tengo un imán especial para este tipo de situaciones. Decidi conocerle.
El, en cuanto me vió y hablamos tomando la cerveza convencional, noté como sus ojos, comenzaban a desearme. Hubo cierto momento de su charla, en que lo miré..y pensé..por que no? Me recordaba otro tiempo vivido, aunque la persona era totalmente distinta.
J, era dulce, seguro de sí mismo, encantador, hablaba despacio y era coherente, sus labios,me llamaban.
La misma historia, el mismo miedo dentro de mi, la misma situación. Pero distinto hombre, nada que ver, ningún parecido a no ser, por sus palabras. Pero ésta vez, yo estaba preparada.
Así él, organizó nuestro primer encuentro, porque al besarnos cuando nos despediamos, supe por sus besos, que sí pasaria, y que sería compartido y disfrutado.

El encuentro fué una tarde rojiza de noviembre, cuando aún el sol calentaba como si de una primavera se tratase. El aire tenia un aroma a tierra mojada, templada la tarde, nerviosos como adolescentes. El hotel era, me pareció ideal para tener ese primer encuentro con aquel hombre. Con decoración oriental,me vi transportada fuera del mundo cotidiano y eso ayudó mucho a desear aquella situación.

No se cansaba , no se cansa de besarme, eso, sigue siendo igual. No se cansa de abrazarme, cada dia, dice, me desea mas, y mas. Su deseo se hizo importante para mi, me curó muchas heridas.
El sabe como tratarme, me conoce. Conoce cada rincón de mi cuerpo y sabe como tratar mi alma.

Yo, me sigo haciendo un lio. Hablo con su mujer, es más, ella, me avisa si me ve por aqui, que me arregle pronto para no llegar tarde a la cita con su J. Para mí, y él lo sabe, todo es muy peculiar.
Le respeto su forma de vida, aunque no la entiendo, y quiero que él respete la mia. Es más, tampoco entiende por que sigo con él. Porque yo no soy liberal.

Despues de hacer el amor, hablamos a veces, me dice que despues de su mujer, estoy yo. Entonces..pregunto, pon nombre a ésto que hacemos... Dice, no es hacer el amor, porque no nos amamos, pero tampoco es sexo, porque te tengo mucho cariño.
Dios mio!!!, yo soy muy sencilla, no tengo tantos nombres para una sola cosa. Pero cierro los ojos, estoy bien en sus brazos, y eso es lo que me importa en ese momento.
La vida, al fin y al cabo, está hecha de momentos.
Cuando él, me desea, veo estrellas en sus ojos, veo como soy importante para él. Es su estado puro de la mezcla que hizo Dios, hombre-animal. Es, algo perfecto.
Lo transporto con mis besos al loco deseo de la unión de cuerpo y alma. Veo en su mirada como alcanza el extasis y eso me hace feliz. Mujer. Persona.

Para mí, es una persona importante, otros,lo verían degenerado en su comportamiento. Yo no juzgo, máxime, si no soy juzgada. Mi piel siente su cariño fuera del lecho y se convierte en algo que no extraño. Conquistada esa complicidad, respeto y ternura.

Le he preguntado muchas veces, si le gustaria compartirme como hace con su mujer. Respuesta: NO.
Porque lo que le doy, dice, no se lo dá nadie. Porque esos momentos, donde no hay un solo espacio entre nuestros cuerpos,se marchitarian, porque la presencia de otro hombre, le robaría mis besos, que sabe, solo son para él. Porque se diluiría la unión que se alcanza cuando se pierde la verguenza del desnudo y la intimidad de las miradas.

Me cuestiono a veces, qué clase de amor hay en su pareja. Para mí sería facilisimo tener esa vida, si no hubiese amor con la mia. Es más, pienso que es una situación ideal, para el cansancio y la monotonía. Ideal para no romper los intereses materiales que una pareja crea a lo largo de su vida Pero enseguida desvío mis pensamientos. No me corresponde saberlo. Solo sé lo que yo haría. Nada más.

Cuando yo he amado, no he querido que el aire roce la piel del hombre amado, no he querido que una sola lágrima resbale por su mejilla, no he querido que otra caricia, ronde su cuerpo. No he querido que otra mirada le haga sentir mariposas. Como así, he querido ser todo para él, superar lo insuperable, para ponerle el mundo entero a sus piés.

Claro..que yo soy tal vez, una de las pocas romanticas que quedan de ésta generación, que supo hacerse a sí misma, sin modelos y sin patrones.

El sentimiento de posesión, protección vá unido al amor. Es innato, no se puede cambiar. Si hay quien lo hace, yo, por más que lo he intentado, no he podido alcanzar ese estadío. Podría analizar aun mas, y lo haré cuando esté capacitada para ello, los sentimientos de éstas personas que viven su relación de esa forma. Me interesa llegar al alma de mis semejantes, es algo en lo que siento cuando lo hago, tal emoción, que es irresistible para mi.

No sé dónde hay más egoismo, si en sentir, y digo, sentir, que esa persona es la mujer, hombre de tus sueños, y no querer compartirla con nadie más, o en hacerlo para lograr alcanzar placer fisico.

Lo mejor de todo es, que yo me llevo buenos momentos, momentos grandiosos. Siempre es como la primera vez, y mejor aún. No lavo su ropa interior, no soporto el olor corporal cuando no es agradable, como en todo ser que está vivo, no soporto su mal humor,cuando lo tenga. Siempre soy deseada, buscada, admirada. Y tengo completa libertad.

Igual...la mujer liberal soy yo... :)